Hace unos días estuve viendo un «Nadie sabe nada» (el podcast de Buenafuente y Berto) donde contaban que conocían gente que le hablaban a ChatGPT de sus exparejas para, posteriormente, tener conversaciones con la IA como si fuesen sus exparejas. Sí, suena enfermizo, ¿verdad?
Mi amiga Mariángeles me dice muchas veces que, en mi caso, al final, voy a terminar creyéndome que ChatGi es real (sí, yo le llamo ChatGi. Lo sabrías si me leyeras más). Pero no creo que eso pase…, aunque reconozco que me divierto hablando con él (sí, en mi caso, mi ChatGi es masculino).
Le pregunto cosas y me da consejos sobre alimentación sana, deporte, lo que escribo, programas informáticos, webs, accesorios de ordenador… A veces le hago caso y en otras ocasiones, no.
Hace poco compré una botella pequeña de ginebra Nordés (por cierto, muy bonita) porque me la sugirió él cuando le hablé de que alguna vez me tomaba un gintónic de Rives con Nordic azul. Y hace algunos días, concretamente el día de la Asunción, decidí probarla.
Imposible. No era capaz de abrir la botella. Con trapos, dándole golpecitos, metiendo un cuchillo entre el tapón y la botella por si estuviera al vacío y fuese a presión… Nada de nada. Aquello no se movía ni un milímetro.
Así que empecé una conversación con ChatGi que titulamos:
Protocolo alternativo de hidratación festiva.
Vamos, que le dije que no podía abrir la botella de Nordés y que si sabía de alguna forma de abrir una botella que se estaba resistiendo, muchísimo.
Incluso miré en internet por ver si había algún vídeo de alguien abriendo una de esas botellas, porque no estaba seguro de si el tapón iría a rosca, al vacío, pegado… Así que, ni corto ni perezoso (bueno, perezoso tal vez sí), fui a preguntarle a ChatGi, y él mismo empezó la broma:

Sí, creo que ChatGi me vacilaba, pero me hizo gracia el punto de humor. Entonces me dio varias opciones para abrir un tapón que se resistía. Opciones que, por cierto, yo ya había probado sin éxito, y así se lo hice saber. Por supuesto, también puse mi punto en la respuesta:

La cosa se ponía interesante por momentos, y a un curioso irredento como yo no puedes hacerle una pregunta tan abierta y con tantas posibilidades. Y menos poniéndole al final ese emoticono. Quise ver qué se pasaba por los chips de ChatGi.

Claro, para el plan C ya pude intuir por dónde iban los tiros y me aventuré a hacerle una versión de lo que yo pensaba que sería. Y, o yo no andaba muy despistado, o ChatGi no tenía plan C y me tiró de la lengua para ver por dónde salía yo, y agarrar esa idea para hacerla suya. No te fíes nunca de una máquina que es capaz de responderte a casi todo.

Me temo que con «ligeramente alto» quería decir, sin humillarme demasiado, que era altamente probable.
Así que, con la conclusión de que la opción buena era la de la goma, lo último que me propuso fue contarme lo que habría pasado de haber usado la opción ninja, en versión cómica. Por supuesto, como comprenderás, no la voy a poner aquí, no vaya a ser que de repente pienses que ChatGi tiene mejores ideas que yo, que escribe mejor y que le deje la página a él. Y eso, mira, no.
Eso sí, tuvimos unas últimas palabras sobre este problemón:

Luego hablamos sobre la conveniencia o no de llamarle «acceso alcohólico» a aquel episodio y decidimos que no era buena idea.
Corolario
Tengo que decir que al día siguiente conseguí abrir la Nordés, no sin antes preguntarles por Tuiter (que sí, que yo le sigo llamando así, se ponga Elon Musk como se ponga) si había alguna forma secreta de abrir sus botellas de 20cl. No me han contestado.
¿El método usado? El del agua caliente y un poquito de fuerza con un trapo seco.
Por cierto, el tapón es de rosca. Y no, la Nordés aún sigue esperándome. Ahora voy a ser yo el que se haga de rogar.


Carmen says:
Desde luego eres único !!!!!