Se va julio (también los memes del cantante) y llega agosto, con el calor aplastándote contra el suelo y dejándote la piel pegajosa. Se acercan mis vacaciones.

A veces la vida te atropella por más preparado que estés, así que sólo queda tratar de evitar que te arrolle y te arrastre demasiado. Últimamente mis días de descanso los gasto en ir a comprar y, en los trayectos, planeo cómo voy a usar las horas libres durante las vacaciones… Luego todo quedará en eso: unos bonitos deseos, y el tiempo se evaporará sin darme cuenta.

Anoche terminé de (requete)maquetar (por enésima vez) «Los tinteros vacíos…» para poder ponerlos a la venta en Amazon en formato físico. Será a partir del 12 de agosto porque es una fecha importante para mí. Reconozco que me gusta cómo ha quedado, aunque quedan, si da tiempo, por ponerle algunas ilustraciones de mi hermano al principio de cada capítulo.

Esta tarde, mientras volvía a casa desde una tienda de libros, de repente, conduciendo, se me ha venido a la cabeza una idea de algo que tengo que poner en pie: «los pintores de líneas». Un esbozo de un relato. ¿De qué tipo? No lo sé, pero ahí está la semilla plantada. Ya veré cómo la hago germinar.

Esperemos que agosto sea más propicio, o menos turbulento.