Otoño. Hasta aquí hemos llegado

Otoño. Hasta aquí hemos llegado

Quería hacer una última entrada en esta sección veraniega que creo que este año he empezado tarde y a la que no le he dado mucho movimiento realmente.

Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta. Si, encima, le sumamos que uno es un disperso irremediable y que ando siempre tan ensimismado en mil cosas que nunca soy capaz de centrarme en una sola, tenemos muchas ideas que se me quedan a medias e incluso sin empezar. Y es lo que suele pasarme con las webs y con otros tantos proyectos que tengo en la cabeza.

Ahora volveremos a la realidad, al ajetreo, a las rutinas, al tener que estirar el tiempo si quiero hacer cosas distintas a las que los horarios y las obligaciones imponen… Pero bueno, ahí estaremos.

Retomaré la web normal, con entradas serias de vez en cuando, otras menos, algunas tontas…, bueno, lo que es mi web, mis cosas.

Sigo dándole vueltas a la web «Jirones en el tintero» para que siga estando más o menos activa a pesar de ser mía también. Le imagino secciones distintas, o relatos nuevos para añadirle.

Con respecto a esta, también me planteo algunas cosillas sobre el aspecto y el contenido, aunque no tenga previsto hacerle ningún cambio, pero yo soy así: siempre ando intentando que lo que genero se parezca lo más posible a cómo lo veo en mi cabeza… que es algo que casi nunca pasa.

El caso es que es otoño, que cierro, hoy sí, el «Ocurriario de verano 2025» y volvemos al «Ocurriario» normal, hasta el año que viene.

El otoño es una buen estación realmente. A ver si consigo que no me atropelle el invierno…

—Hola, Billy. Sí, lo estaba despidiendo sin ti. Recuerda que es mi web.

—¿Te imaginas? «La hipocondria: la web de Juanma Suárez… y un poco de Billy Buganvilla». Podría ponerlo.

—¿Por qué no? Es mi web, puedo hacer lo que quiera con ella y en ella.

—Ya lo veré cuando acabe de escribir esta entrada…, si es que me dejas terminar.

—Sí, lo sé, pero cuando hice esta web por primera vez me gustaba cómo sonaba como diptongo, y así me he acostumbrado a nombrarla. Reconozco que «hipocondría» no me gusta cómo suena. Nunca me ha gustado.

—Gracias por recordarlo. Pero, ¿me vas a dejar cerrar esto o no?

—Cuando me dejes.

—¡¡Billy!!

En fin, que bienvenido el otoño. La estación de los colores ocre y los días suaves. Esperemos que nos prepare un bonito invierno. Hasta aquí hemos llegado.

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