Finales felices

Soy aficionado a los finales felices. Me encantan. Lo reconozco. Hay mucha gente que es capaz de hundir una película porque el final sea feliz…, pero yo no.

Me he dado cuenta viendo STUDIO 60, una serie de televisión que ha durado sólo una temporada porque no acompañaban las audiencias (como pasa siempre con bastantes series buenas). El último capítulo es un final feliz en toda regla; de esos de lagrimón y champán. Y cuando lo vi el otro día, me encantó. La serie en sí me parecía muy buena. Y el final me terminó de ganar.

Estoy seguro de que mucha gente me diría que termina mal, precisamente por éso. Que se han cargado un posible «buen final» por tratar de acabar bien. Pero para gustos los colores, y a mí, por si no ha quedado claro, me gustan los finales felices.

Tal vez algún día, por otro lado, me siente un rato a escribir sobre «finales felices» que no me gustan, pero por ahora, y para dejar las cosas claras, lo digo de nuevo: ¡¡me gustan los finales felices!!

P.D.: Acabo de darme cuenta: espero no haberle chafado a nadie la serie… (aunque a las dos personas que entran aquí no creo que les importe demasiado).

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