44

44

Llegaste del mar,
quizás desde el cielo,
y vi la verdad
brillando en tu pelo
como una señal
que a todo responde.

Y sin dudar me fui a un lugar
sin saber hacia dónde,
y se llenó de mariposas todo el horizonte.

Quiero decirte que yo
contigo pude aprender
lo grande del corazón,
lo que se puede querer
Si a quemarropa me disparan,
me resbalarán las balas.
Siempre me salvas tú…

FITO Y FITIPALDIS – A quemarropa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *