Hoy es el cumpleaños de alguien que ha llegado a convertirse en uno de mis mejores amigos (de los dos que tengo). Es increíble lo que se puede llegar a conectar con alguien que pensaba de uno al principio que era serio o raro (cosa nada extraña, por cierto, para qué vamos a engañarnos).
Con él he aprendido muchas cosas en estos escasos dos años que hace que le conozco, sobre todo a reírme de casi todo, que es una terapia que recomendaría a todo el mundo; él me ha devuelto la confianza en los amigos, esos amigos que sabes que van a estar siempre ahí y por los que darías la vida. Sí señor; Ángel Macías, nunca te lo digo, pero lo sabes: te quiero, tío. Espero poder verte cumplir muchísimos años más, porque sé que cuando seas famoso seguirás llamándome para quedar y tomarnos unas cervezas con aceitunas violás. Y este tipo de certezas sólo se tienen con la gente de verdad; los Amigos con mayúscula. Y yo ya tengo dos; estoy empezando a ser millonario.