Sí, hablamos de Alfred, ese mayordomo modélico de las pelis de Batman… ¡¡Pobre hombre!!
Nadie en realidad sabe que Alfred, antes de presentarse a trabajar en casa del hombre murciélago, hizo el cásting para hacer de Don Limpio, ese mayordomo calvo que vemos en la tele. Ese era su trabajo ideal. ¿Qué hace Don Limpio? Sólo espera a que le llamen, echa unas gotas de producto en el cubo con agua, y espera a que el dueño de la casa termine de limpiar para dar su visto bueno… Luego, a dar vueltas hasta que le llamen otra vez… ¿Qué mayordomo no soñaría con este trabajo?
Pero no lo aceptaron, prefirieron a un tío cachas y calvo. De modo que se presentó en casa de Batman, y ahí fue donde se quedó un poco…, digamos que idiota.
Vamos a ver, Alfred, ¿en cuántas películas te han hecho aparecer? ¿No te das cuenta de que te han cambiado de Batman tres veces? ¿Es que en esa casa basta con que llegues disfrazado de murciélago para que te planchen la ropa, te den de comer y te almidonen las orejas del disfraz sin hacer ninguna pregunta? ¡¡¡Y además, para colmo, en algunas de las pelis te llega el Batman éste con colegas!!! Claro, como también van disfrazados… ¡Qué poca consideración!
Pero por encima de todo, prevalece una duda: ¿cuándo descansa el pobre Alfred? De noche imposible; hay que esperar a que los niños vuelvan de juguetear por ahí disfrazados de murciélago para curarles las heridas, o lavar el Bat-móvil. Y de día…, con las cosas de la cueva (que esa es otra: vivir en una cueva, con lo difícil que es quitar el polvo de las estalactitas), la comida, la plancha, el almidonado de los trajes, el cuidado que hay que tener para que los niños no se te duerman colgando boca abajo de las lámparas del salón…
No me extraña que Alfred terminara presentando su dimisión y que tuviesen que contratar a otro mayordomo más joven para «Batman begin»… Y en cuanto éste se dé cuenta de qué va la cosa…