A veces me da por pensar que tengo muchas cosas, la mayoría, en mi vida, a medias.
Casi todo lo soy a medias.
Como esa vía de tren que se sustituye por otra, mientras la primera se abandona a la intemperie, la naturaleza y los animales.
A veces me da por pensar que tengo demasiadas vías abandonadas, o sin acabar, en mi vida.
Que tal vez debiera limpiar de matorrales y óxido algunas para poder transitarlas de nuevo.
No sé. Tengo la sensación de que solo soy la mitad de lo que debiera y ni tan solo esa mitad es la mitad de lo buena que debería.
Son pensamientos, tal vez a medias, que me vienen de vez en cuando a la cabeza.
Tal vez algo quiera recordarme que el camino hay que acabarlo, no abandonarlo o sustituírlo por otro.
Tal vez, pero solo son pensamientos, quién sabe si también a medias.