Un abrazo es un lugar en el que puedes refugiarte. Donde el tiempo se para, el dolor se retira, las angustias se empequeñecen, los problemas se callan, los miedos se desvanecen, las barreras caen, el ruido se silencia…
Con un abrazo se comparten las penas, las alegrías, la amistad, el amor, las lágrimas, las risas…
Si no te sientes a salvo en un abrazo es que no es de verdad; puede ser un abrazo por compromiso, pero no es verdadero; no, al menos, al principio.
Por eso no abrazamos de igual manera a todo el mundo. Por eso no todos los abrazos duran lo mismo; porque el de verdad, en ese, te quedarías a vivir.
Ahora que poco a poco están consiguiendo que nos alejemos de los demás, que busquemos la individualidad en lugar de la convivencia, que no nos toquemos, que no nos rocemos, que no nos miremos a los ojos… ahora es cuando hay que dar abrazos, pero de los de verdad, de los de quedarse a vivir.
Por todos esos abrazos que nos robaron…
Esti says:
Que razón tienes! Uno muy fuerte para ti.