Ésta es una foto de la madrugada del día 6 de enero. La he descubierto en mi ordenador (se ve que alguno de mis hermanos quiso inmortalizar el momento).
Reconozco que aún sigo disfrutando con los juguetes, los peluches, los muñequitos… Creo que es una de las pocas cosas que uno no debería perder nunca: la capacidad de disfrutar y de sorprenderse por esas pequeñas cosas que nos gustan y nos han gustado desde siempre. ¡Qué suerte tienen los niños la noche de Reyes!