Miliki y Mickey Mouse

He tratado de escribir esta entrada varias veces porque ni se me ocurre cómo empezar ni se me ocurre cómo terminarla.

La mañana del día 18 me pillaba leyendo internet en pijama y me atizó un golpe por sorpresa: Emilio Aragón Bermúdez, Miliki, había muerto la madrugada anterior.

No soy persona de tener ídolos o héroes prefabricados, pero Miliki se saltaba esa barrera desde mi niñez. Muchos, a lo largo del día, han recordado nítidamente sus meriendas frente a la tele, viendo a «Los payasos». Yo no tengo tanta memoria, sólo flashes leves, imágenes sueltas de días que ni siquiera soy capaz de colocar en su orden concreto de la semana. Tengo, sobre todo, sensaciones.

Un pequeño homenaje

Reconozco que me muevo mucho por sensaciones; siempre lo digo. La gente que me gusta, la gente a la que escucho, la gente a la que leo, la gente a la que voy a ver al cine, suelen ser gente que me «cae bien». No de la forma en que te cae bien una persona que conoces; más bien es una sensación propia… Miliki, me he dado cuenta hoy, era para mí mucho más que eso. Y se ve que para mucha más gente como yo.

Seré sincero: en algunos momentos esta tarde, leyendo noticias, mensajes, condolencias, recuerdos, etc. en internet, he llorado. He llorado como nunca lo he hecho por nadie que no conociera. A estas alturas de mi vida ya he tenido que llorar a algunos familiares y a algún que otro amigo. Y esta tarde ha sido algo parecido por Miliki. ¿Por qué? No lo sé. Supongo que, como han dicho muchas otras personas en muchos sitios, algo de mi infancia estaba en ese payaso torpe que se inventaba palabras, que cantaba, que tocaba el acordeón y que componía canciones infantiles como nadie; que toda su vida la había dedicado a hacer sonreír a los niños, y con los niños a los adultos. Porque alguien que es capaz de conseguir que muchas personas se autodenominen como «uno de sus niños de 40 años» es alguien que ha sembrado mucho cariño, mucho amor y mucha felicidad.

Miliki siempre estará presente en nuestra memoria.

Por suerte podremos seguir disfrutándolo en muchas imágenes que nos quedan de él, de casi toda su vida profesional.  Si pudiésemos imbuírnos de su espíritu, seguramente todo nos iría mucho mejor; seríamos más felices y haríamos más felices a los demás. Allá donde esté, seguro, seguirá haciendo sonreír a los niños.

Y resulta que, en una de estas, también me entero de que el 18 de noviembre es el cumpleaños 84 de Mickey Mouse. Uno de mis personajes favoritos de siempre. El destino tiene estos giros poéticos que apenas conseguimos entender.

Un comentario en “Miliki y Mickey Mouse”

  1. Migue S.G. says:

    No he vivido mucho de sus actos ni nada pero me he criado con él y su siempre inseparable Rita (el apellido ni lo intento) y la verdad al leer la noticia dd su fallecimiento no me lo creía, se ha ido uno de los más grandes, desde que leí la noticia no se me va de la mente su «D. Pepito y D. José» cantado en su disco con Gomaespuma. Gracias Miliki por esos ratos maravillosos pegado al televisor riendo contigo sin parar. Siempre te recordaré como un trocito de mi ya que crecí contigo y también aprendí. D.E.P.

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