Billy Buganvilla

– ¿Qué tal estás, Billy?

– Teniendo en cuenta que hace años que no hablamos, muy bien.

– Lo sé. Te he tenido algo abandonado, pero esta tarde he vuelto a acordarme de ti.

– Esas cosas se tienen que demostrar.

– También lo sé, y tú sabes que soy un desastre para esas cosas.

– ¿Para qué cosas?

– Para estar pendiente de la gente; para que sepan que me preocupan aunque no lo aparente, aunque a veces desaparezca y no de señales de vida…

– Ya sabes que no sólo hay que ser bueno, sino parecerlo. Como decía alguien «si eres bueno y no lo pareces, eres tonto».

– Vale, lo acepto. Pero, ¿vas a echarme la bronca después de todo este tiempo?

– Precisamente por todo este tiempo. Pero bueno, ya lo hablaremos más tranquilamente. ¿Cómo te va a ti?

– Bueno, ya ves, cumpliendo años, cosa que, por cierto, tú no haces. Sigues teniendo 12 años, como la primera vez que hablamos.

– Algo que nunca entenderé, ¿porqué hablas con un niño de 12 años?

– Porque te tengo a mano siempre que lo necesito. Además, me gusta tu punto de vista.

– Recuerda que es el tuyo…

– Sí, pero visto desde fuera. El caso es que quería decirte que deberías ir preparándote para irte de aventura.

– Ya. ¿Cuántas veces me has dicho eso mismo? Hasta que no me vea dentro, no me lo creeré. Sólo hiciste una vez que jugase a indios y vaqueros en un tren… y, creo recordar, que hablase con la ropa algún momento. Pero poco más. En cuanto empieces a perder la memoria desapareceré de tu vida.

– Bueno, espero que eso no pase nunca. Pero si pasa, intentaré que otros te recuerden por mí.

A ver si es verdad, que un niño de 12 años necesita moverse un poco y no estar dando vueltas por tus paranoias cerebrales cada vez que te aburres. No me molan tus últimas comeduras de cabeza. Demasiado serias y, a la vez, intrascendentes. Tienes que arreglar eso.

– Lo haré, no te preocupes. Y ya lo sabes: vete preparando.

– Siempre estoy preparado, y lo sabes.

– Lo sé. En fin, Billy, como siempre, un gusto.

– Igualmente. A ver si te aplicas y me sacas de paseo.

– Prometido. Hasta otra.

– Adiós.

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