Ciegos

No, no les busquéis interpretaciones ni metáforas al título. Esta entrada va de eso, de ciegos. De algo que creo recordar que sabía, se ve que había olvidado y que tuve que refrescar hace un par de días.

…Uy,uy, uyyy, que nos va a dar una clasecita de algo.

¡¡Hombre, Bug, tú por aquí!! No voy a dar ninguna clase, que no soy quién para eso; pero hubiese estado bien que el otro día me hubieses recordado esto de lo que quiero hablar.

Si lo que quieres decir es sobre lo que creo que es, pensé que lo sabrías.

Yo creo que sí lo sabía, pero se ve que lo olvidé, y…¡¡pero bueno, ¿quieres dejar de hacerme repetir lo que ya he dicho antes, que no avanzo nada y esto iba a ser algo cortito?!!

Nada, nada. Te dejo. ¡Qué carácter!

Gracias. Pues bien, a lo que iba: ciegos. No sé si ahora se les podrá llamar así o alguien se sentirá ofendido… (porque la gente ahora se ofende muy fácilmente y por cosas muy absurdas)…

¡¡Que te lías!! Al grano, al grano…

Tienes razón. Perdón. A lo que iba: lo que quería deciros fundamentalmente, a los tres o cuatro que me leéis, es qué hacer y qué no hacer cuando tratéis de ayudar a una persona invidente en la calle. Porque hace un par de días me encontré, de repente, en esa tesitura, y cometí algunos errores por puro nerviosismo.

Resulta que me encontré a una chica caminando delante de mí, agitando su bastón de forma atropellada a un lado y a otro, como perdida. Iba haciendo zigzags por la calle y, en un momento dado se dio la vuelta y empezó a avanzar hacia mí moviendo igualmente el bastón, a un lado y a otro, como nerviosa. Al llegar a mi altura se me ocurrió preguntarle si necesitaba ayuda, a lo que ella me respondió que buscaba un lugar que tenía justo a su lado. Y aquí van las pautas:

  1. Nunca toques a un invidente. Imagina que estás en tu habitación, a oscuras y, de repente, notas una mano sobre tu hombro. Eso es lo que ellos sienten.
  2. Háblales sin moverte. Ellos se dirigirán hacia tu voz. No los vuelvas locos moviéndote porque contribuirás a que se pierdan más.
  3. Si necesitan que les ayudes a ir hacia algún sitio en concreto, ellos se agarrarán a tu brazo o tu hombro. No les sujetes tú: saben perfectamente, si no te has movido, dónde está tu hombro o tu brazo.
  4. Si andas junto a ellos, llevándoles a algún lugar concreto, adecúa tu paso al suyo. Tú ves por dónde pisas, ellos tienen que fiarse de ti y necesitan ir a su velocidad concreta para hacerse con el lugar en sus cerebros.
  5. Descríbeles por dónde van a avanzar de forma sencilla: «hay un escalón delante, una puerta a la derecha, ahora hay un par de metros de arena, un agujero a tu izquierda…» Ellos se geolocalizan perfectamente mejor de lo que creemos.

…y creo que no hay nada más. Si alguno de los tres o cuatro que me leéis sabéis de algo que se me haya podido quedar atrás, o que sea importantísimo, decídmelo y lo añadiré aquí, ¿de acuerdo?

Esto es todo lo que tenía que decir sobre el tema. Reconozco que le di un susto a la pobre chica porque quise redirigirla hacia donde iba agarrándola suavemente por el hombro; por supuesto, dio un respingo y un paso hacia atrás inmediatamente. Supongo que notó por mi voz que no era peligroso, pero pude notar el miedo y las dudas momentáneas en sus gestos y su forma de moverse. Y por eso ha sido el primer punto que he añadido. En cuanto llegó, agarrada de mi brazo, a un lugar que ya conocía, la noté aliviada. «Esto ya lo conozco. Gracias», me dijo. Y allí la dejé, delante de la entrada del edificio al que iba.

Probablemente se había despistado, había entrado por otra puerta por la que no había entrado nunca, y se perdió durante unos instantes. Es absolutamente admirable la capacidad que tienen de mapear en sus cabezas los lugares por los que transitan. Estoy totalmente seguro de que ella agregó a su mapa mental aquella zona que le había sido extraña durante esos pocos minutos.

Mira, tu buena acción del día.

Bueno, si puedes ayudar a alguien, ¿por qué no hacerlo?

Tienes razón. La próxima vez intentaré estar más atento, por si tengo que recordarte algo que sí sabías pero que hayas olvidado. Es que te estás haciendo mayor, ¿eh?

Y tú un insolente.

Ya sabes: los niños y los borrachos…

Sí, sí. Ya sé. Seguiremos en contacto, Bug. No seas muy malo.

No prometo nada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *