Mark Knopfler, Málaga (27-7-2013)

Está claro que a Mark Knopfler le gusta España. No deja de ser un dato que suela cerrar sus giras por aquí.

Después de verlo en el Royal Albert Hall hace casi exactamente dos meses, y sabiendo que vendría cerca de casa, no podía dejar pasar la oportunidad de verlo de nuevo, y allí me fui ayer, a Málaga.

Gracias a la lista de correos de Spanish City (¡bendita lista!) alguien me vendió una entrada de pista (Manu, gracias de nuevo por todo), así que cuando llegué a eso de las 21’00 me encontré con que aún no había mucha gente y con que quedaban huecos delante del escenario. Y allí me quedé.01

02¿Qué puedo decir de Mark que no haya dicho ya cientos de veces? Salió al escenario casi con puntualidad británica y se detuvo el tiempo. Luces apagadas, gritos, aplausos, y el señor Paul Crockford justo enfrente mía gritando eso de: «¡Buenas noches, señoras y señores. Please, welcome to Málaga, Mark Knopfler!«… 03Paul los pilló a todos colocándose los instrumentos, así que hubo unos segundos, escasísimos, en los que sólo se oía al público aplaudiendo y gritando. Luego, Ian Thomas y sus baquetas marcaron, como siempre, el principio de todo; dos horas de música, dos horas de músicos, dos horas de éxtasis…06

No quiero enumerar las canciones que tocó, sólo decir que todas suenan grandiosas, llenas, vivas. Por muchas veces que Mark las haya tocado, sigue sintiéndolas. Se le ve cuando cierra los ojos mientras puntea; cuando se separa del micro unos pasos y se echa a un lado. Ahí es cuando piensas «ahora viene lo importante«.04

A Mark Knopfler le encanta España, le encanta el público español, y le encantan las plazas de toros. Hubo tres o cuatro momentos en los que se acercaba al micrófono para cantar apenas pudiendo contener la risa. Miraba a sus músicos, sonreía; se movía al ritmo de sus canciones… Es cierto que Mark no es de hacer alardes, de hablar con el público, de escenografías grandilocuentes… Sobre sus escenarios sólo hay música, que es a lo que uno va a sus conciertos: a oír música. ¡Y vaya si la oye!05 Si acaso, en España, se arranca a improvisar unos segundos, junto con el público, el característico «¡Oe, oe, oe!» que ya sabemos que hace años quedó como uno de los rituales de sus conciertos aquí. Mark lo sabe, y nosotros también, así que siempre hay esa especie de interacción entre el maestro y su público en algún momento determinado.08

¿Y mis impresiones? Cada vez que veo a Mark Knopfler, al salir del concierto, me queda esa sensación de que he vivido algo que no era real; una ensoñación. Me quedan recuerdos de instantes: sonrisas de Mark, movimientos, gestos, momentos en los que la piel se me ha erizado, momentos en los que las lágrimas han llamado a las puertas… momentos.09

Mark ha sido la banda sonora de mi vida desde hace casi 30 años, y seguramente lo seguirá siendo hasta que me vaya. Y, ¿qué queréis que os diga? para mí es todo un lujo.

2 comentarios en “Mark Knopfler, Málaga (27-7-2013)”

  1. Jesús says:

    ¡Grande Juanma!, también salí con los vellitos de punta. Te vi allí en el ruedo, pero desde la grada y con mi casi inexistente torrente de voz, imposible que me oyeras. Habrá que estar en contacto para la próxima 😉

    Un abrazo y enhorabuena por el blog.

  2. Lumavi says:

    Totalmente de acuerdo, estuve en málaga y fue increíble.
    Mark Knopfler, para mí, es un genio y su música no morirá jamás.

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