Andaba dándole vueltas a qué escribir para volver a obligarme un poco a actualizar esto de vez en cuando, pensando en lo necesarias que son las rutinas para anclarnos a la realidad; para ayudarnos a avanzar, sin perdernos, sobre caminos conocidos que nos lleven a vislumbrar, aunque sea de lejos, alguna meta…, y de repente me encuentro con este artículo de Enrique García-Máiquez, en el que habla sobre el poemario «Galgos«, de María Martínez Bautista, y del que destaca, entre otros, este verso:
«Hay algo ritual en la rutina».
Y he recordado una conversación con mi padre de hace algunos días, a colación de los fastos multitudinarios y pomposos en commemoración del setenta aniversario de reinado de Isabel II. A él le parecía todo un despilfarro tanta ostentación , tantos actos cargados de boato y lujo, y tenía razón. Pero le argumenté que una sociedad necesita de sus ritos para recordar quiénes son, de dónde vienen y cuál es su historia, aunque sea de vez en cuando. Igual que los ritos católicos, que nos recuerdan que lo que allí se está produciendo es algo importante, que nos supera a nosotros como meros espectadores pero que nos ayuda, de alguna forma, a ser partícipes.
¿Y a qué viene todo este rollo? Pues, simplemente, a que voy a intentar, de nuevo, otra vez, como cada vez desde hace muchos años, volver a esta rutina de la web. Que lo consiga o no, como he escrito siempre que he escrito sobre ésto, ya es algo que nos responderá el futuro, ¿no?