Mucho se ha hablado de los teleoperadores. Mucho y muy mal casi siempre. Que si no tienen ni idea, que si son pesados, que si son maleducados, que si siempre están engañando a los clientes… Estoy seguro de que nunca os habéis planteado qué opinan los teleoperadores de vosotros. Cuando gritáis, cuando insultáis, cuando amenazáis, cuando exigís, cuando ordenáis…
Eso sí, reconozco que a veces podéis ser muy divertidos al otro lado del teléfono. Esta mañana alguien nos ha descubierto un nuevo navegador para internet: el Morcilla Filemón. Habrá que comprobar cómo funciona.
Pilar says:
Pues sí, he sido teleoperadora, y la verdad que a veces se pasa realmente mal, sobre todo cuando el cliente intenta ligar contigo porque le gusta tu acento, o cuando una señora histérica se acuerda de tu madre y de toda tu casta, con lo facil que es decir educadamente que no estás interesado. De todas formas os doy un truco para que no vuelvan a molestaros, inscribiros en la lista Robinson y se acabaron las llamadas comerciales. Un beso Juanma.