2006

Amanecer en Córdoba

Hacía tiempo que no iba a Córdoba para pasear por sus calles. El viernes volví a hacerlo. La excusa fue una actuación en el bar KANOPIU, donde me trataron muy bien. Gracias a todos por vuestra amabilidad, vuestra atención y vuestras risas. Me encantó estar allí. Por cierto, ya tiré el GPS.

Cuando me fui de allí, decidí salir a ver Córdoba, una de las ciudades más bonitas que conozco, y estuve mucho rato caminando por sus calles. Mucho ambiente navideño, mucha gente de comidas de empresa, mucho frío… Pero estuvo bien. A mitad de la noche decidí entrar en un local a tomarme una copa, y me encontré con una persona a la que no veía desde hacía años (casi la mitad de los que tengo) y con quien había compartido muchísimos buenos momentos. Luego, al amanecer, AVE y a casa. Sigue siendo bonito el amanecer de Córdoba, a pesar del frío y las nubes..

2006

Un año más

Ayer (hace unas escasas tres horas), terminó mi trigésimo cuarto (que se dice pronto) cumpleaños. ¿Qué puedo decir? Primero, que me siento mayor. Segundo, que me siento afortunado, y mucho. No sé porqué, pero hay gente que me quiere, y me lo demuestra. Y desde aquí quiero darles las gracias:

(No voy a contar a mi familia, porque siempre está ahí, a pesar de todo. Nunca podré ser lo suficientemente agradecido con ellos. Nunca.)

Mari fue la primera en felicitarme (las 00:04 del día 12). Una de las personas con el corazón más grande y sincero que he conocido. «Ya te lo he dicho alguna vez: a pesar de algún que otro error que haya cometido, Mari, te quiero».

Luego llegó Ángel. «Awelo, ¿qué puedo decir de ti que no sepas ya? Quedan muy pocos como tú». «Ulisés, Uliseés, va volando por las galaxias, más veloz que una estrella fuugaz…» Como tú me dijiste una vez: «…por muchos años más.»

Antonio Ocaña, una de las personas más divertidas que conozco. Siempre recordaré nuestra serenata bajo una ventana cerrada.

Luego Shari, que sigue en mi vida, aunque ella no lo crea. Si tengo que ser sincero, por unos momentos durante el día perdí la esperanza de que me felicitara: luego, como siempre, ella misma se encargó de demostrar que me equivocaba. Si tengo que volver a ser sincero, Shari (yo soy el culpable de que se escriba así, y no voy a permitir que nadie me robe ese privilegio) es una de las personas a la que más quiero y a la que menos se lo he demostrado siempre, aunque espero que ella lo sepa. Alguna vez lo he dicho: «Shari, el día que de verdad sea algo o alguien, volveré a ir a por ti».

María, la «partenaire» de Antonio, aunque yo la conocí primero, jejeje. Aunque siempre tenga las manos frías, una de las mujeres más cariñosas con las que me he cruzado. «María, ya lo sabes, pero te quiero… y te sienta muy bien el olor a mora»… (con el permiso de Antonio…).

Pili…, ¿qué puedo decir de ella? A mí me vale con que esté haciendo feliz a una de las personas que quiero. Aparte de eso, es una de las mujeres más buenas que conozco (que no es poco en este mundo en el que vivimos hoy en día), y alguien a quien es muy fácil querer (o sea, «Ángel, apenas tienes que esforzarte en esto»…).

En serio, me llena de una inmensa alegría el saber que hay gente que me quiere, y siempre me he preguntado porqué. Uno hace muy pocos méritos (y mucha gente me dirá que no debería decir estas cosas, pero así las siento), para la cantidad de cariño que recibe. Y ahora os hablo a todos los que estáis en la «lista» de arriba, y a los que no estais pero que podéis daros también por aludidos y sabéis quiénes sois perfectamente: «os quiero. Siempre estaré agradecido a la vida por haberme puesto en el camino gente como vosotros para acompañarme, y aunque no sea capaz de demostrarlo, me siento inmensamente afortunado sintiendo que me tenéis en un huequito de vuestros corazones, aunque sea pequeño. Gracias, gracias, gracias. Y lo diré una última vez: me siento una de las personas más afortunadas del mundo. «¡Tiembla Bill Gates!»

2006

This is Halloween

Al final nos la hemos tragado entera. Tanto criticar a los americanos, y nos dedicamos a copiar sus fiestas, como si no tuviésemos fiestas propias. Da pena.

Por otro lado resulta curioso las ganas que tenemos los adultos de disfrazar a los niños. Con cualquier motivo les plantamos el disfraz y los llevamos a corretear por las calles para poder presumir de ellos delante de los vecinos; de ellos y, por supuesto, de nuestra pericia para maquillarlos. En fin, es lo que hay, y esto es de lo más amable sobre lo que se puede hablar a estas alturas de la película.

2006

Cambio de rumbo

Lo que hasta ahora consideraba como mi segunda casa, Garufa, ha dado esta temporada un giro inesperado: las manos que lo conducen a partir de ahora son nuevas. Ha habido muchísimos cambios, sobre todo personales, que, al fin y al cabo, eran el activo más importante de la sala bajo mi punto de vista. No tengo nada en contra de la gente que se ha hecho cargo, pero ya nada será lo mismo al menos para mí. Ya no me encontraré con gente a la que he ido cogiendo cariño durante estos últimos casi cuatro años a base de risas, conversaciones, copas y trato cuando entre por las puertas. Para mí quedan todas las buenas horas entre esas cuatro paredes, la gente maravillosa a la que he tenido la suerte de conocer y apreciar y querer, las anécdotas…, en fin, muchas cosas que quedarán en cada rincón de aquel lugar que nunca volverá a ser lo que era.

Espero que a «los nuevos» les vaya bien. Yo, en Garufa, ya he hecho amigos, espero que para siempre. Ahora volveremos a ser como extraños en lo que antes era como nuestra casa. La vida es, a veces, irónica…, pero aún quedan muchas cosas por vivir. Vivámoslas.

2006

Nueva temporada

Empezamos de nevo la temporada de Paramount en Garufa. Ayer fue el primer día y la sala se llenó. Hacía tiempo que no veíamos a la gente reírse al unísono (todo el verano), y se agradece, la verdad. Está claro que los tres cracks que abrieron el fuego también tuvieron algo que ver: Ángel Cordero, Tappy y Ángel Macías.

Reconozco que me puse nervioso, tal vez pensando en que la semana que viene me toca a mí, al menos, dejar el listón a la misma altura. Siendo sinceros, también tengo que decir que lo tengo fácil, porque comparto escenario con dos cracks y amigos: Rovi y Antonio Ocaña. Estoy deseando.

2006

¡¡¡Campeones!!!

Pues sí, somos campeones del mundo…, en casi todo, menos en fútbol. Al menos siempre nos quedará el baloncesto para tener esa ilusión de poder animar a España en algo en lo que SOMOS BUENOS de verdad, y no porque la prensa lo diga. Luis Aragonés no siente envidia de ésto, pero a mí sí me da vergüenza la selección española de fútbol. ¡¡Gracias al baloncesto!! ¡¡Gracias Navarro, Garbajosa, Rudy, Carlos, Pau, Marc, Felipe, Calderón, Mumbrú, Jiménez, Berni y Sergio por hacernos vibrar con el deporte!! ¡¡¡ESTO ES UNA SELECCIÓN Y UN EQUIPO!!!

2006

Cosmopolitas

Hace tiempo que me hacía ilusión tocar la guitarra sobre un escenario, rodeado de amigos, pasándolo bien y en un lugar donde me sintiese agusto. El pasado día 26 fue el día: dos buenos amigos, Garufa (el local donde vamos a ensayar los monólogos y donde me tratan prácticamente como en mi casa), y unos cuantos amigos en el público.

Lo reconozco, no fue todo lo bien que hubiésemos soñado, entre otras cosas porque servidor es más bien torpe a la hora de compartir sus esacasas dotes artísticas, pero la paciencia de Ángel y Antonio suplieron mi falta de práctica y de tablas.

Me encantó, tengo que confesarlo. El subidón de adrenalina me hizo llevarme toda la noche eufórico, dando besos y abrazos a diestro y siniestro; por cierto, si alguna se sintió «acosada» en alguna manera, desde aquí le pido perdón, pero no prometo que no vaya a volver a repetirse si hay una próxima vez…, que espero que sí. Da gusto tener tantos y tan buenos amigos y, además, pasarlo tan bien con ellos.

Gracias a todos. Sabéis que os quiero.