Empezando

Amanece un nuevo año en los albores de… nooooo. No voy a ponerme estupendo porque clama al cielo que la primera entrada de 2024 sea el día 10 de enero. Pero desde hace bastante tiempo mi año no empieza el día 1 tras las campanadas y esas cosas, sino el 9 o el 10, cuando se van apagando los ecos de la Navidad y los Reyes Magos andan ya volviendo a Oriente, a sus quehaceres habituales, mientras esperan el año siguiente.

Entre hacer de ayudante de los pajes de Sus Majestades, las compras de última hora, las devoluciones posteriores, el volver a la rutina lentamente… no consigo enterarme de que estamos en un nuevo año hasta el primer tercio del primer mes, como poco.

Pero bueno, aquí estamos, calzándonos los zapatos de este 2024 para empezar a caminarlo, expectantes por ver hacia dónde nos lleva. No haré ni lista de deseos, ni de propósitos. Tengo varias cosas por hacer y trataré de llevarlas adelante. Eso sí, estoy leyendo los diarios de Stefan Zweig y reconozco que me han dado ganas de copiarle. Tengo aquí libretas de sobra para ponerme a ello. ¿Lo haré? Pues…

…pues seguro que lo harás tres o cuatro días y te cansarás pronto, y te pondrás la excusa de que no tienes tiempo, que el día es muy corto y todas esas cosas que te inventas.

-¡¡Hombre, Bug!! Feliz año y esas cosas que se dicen, ¿no?

Feliz año, tienes razón. Pero como me tienes un poco abandonado de nuevo…

-Ya, ya. Perdona. Ya sabes que en Navidad no suelo estar para muchas cosas.

Sí, eso lo sé, por eso no te he dicho nada estos días. Pero ya no estamos en Navidad, ¿eh? Por si no te has dado cuenta.

-Pues sí. Por eso estoy escribiendo esto: para inaugurar de alguna forma el año. Así que… ¡¡allá vamos!! ¿Me acompañarás?

Ya sabes que sí.

-Perfecto entonces.

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