Trozos de cielo

Mi anterior entrada iba sobre esto, así que hoy daré otra pincelada a este cuadro que voy a tratar de ir pintando y que sé que nunca quedará terminado.

Salgo de trabajar a las 15’00 h., o algunos minutos más, dependiendo de si soy capaz de acabar a tiempo o no lo que ande haciendo justo antes de esa hora. Hoy sí he salido a mi hora. Como cada día, he recogido mis cosas y me he puesto a caminar hasta donde suelo aparcar el coche, a unos diez minutos andando. Atravieso un parque en mi camino, el Parque de los Príncipes, y me gusta el color a luz de verano que ya se ha apoderado de sus jardines y sus árboles. La gente suele sentarse en el césped a comer, a leer, a dormir la siesta…

Hoy, cuando he entrado, sin esperármelo, sentada en un banco, me he encontrado con una persona conocida que no he sido capaz de situar, lo reconozco, en las primeras décimas de segundo en que la vi. Después sí. No la hacía por allí, así que a mi cerebro le ha costado un poco situarla.

No sería capaz de decir desde cuándo conozco a Maricruz, pero sí sé que es una de las mejores personas que conozco. Y sí, es guapa y encima, inteligente, sensible, divertida, cariñosa… Para mí sólo tiene un defecto: tiene novio, pero ese defecto lo suple porque él es otra de las personas a las que admiro y quiero…

¿Por qué he metido a Maricruz (y Víctor) en esta entrada? Porque es otra de las cosas que puedo decir que son como esos trocitos del cielo que puedes experimentar aquí en la tierra: esa sensación de alegría que te da el ver, sin esperarlo, a alguien a quien no ves desde hace algunos meses; alguien a quien quieres, respetas y admiras, no necesariamente por este orden.

Otro trocito más de cielo para mí.

2 comentarios en “Trozos de cielo”

  1. Esti says:

    Que bonito Juanma. Yo, también creo en el cielo. También me lo imagino como tú y mientras te leía vivía mis propios recuerdos de trozos de cielo. Me dejas que te cuente, un trocito, de lo que para mi es cielo? Para mi, que como tu bien sabes tengo un gran Amor, es verle sonreír cuando hago algo que sé que le gusta aunque a mi me suponga un pequeño o un gran esfuerzo. Esta noche he participado en una vela de oración delante de Jesús Sacramentado. Se que esto le gusta. El motivo, mejor dicho, los motivos: las recientes festividades litúrgicas de Corpus Christi y el Sagrado Corazón de Jesús , así como la ocasión de fomentar en la gente joven la posibilidad de adorar, desagraviar a Dios, y también enseñarles a agradecer y a pedirle con fe. Yo, por mi parte también la he aprovechado para pedir mucho por el Papa, Benedicto XVI… Esto ya hubiera sido mi trocito de cielo, pero lo que realmente ha removido mi interior ha sido llegar al lugar donde estaba Jesús Sacramentado y ver un montón de gente, muy joven, entre ellas una que forma parte de muchos trozos  de tu cielo, allí, rezando, sin importarle la hora e importándole mucho todo lo que te he contado antes. Será que yo ya me voy haciendo mayor, pero me he sentido orgullosa de ellas. Esto es un trocito de cielo para mi. Espero que no te moleste que haya contado esto aquí. Muchas gracias por escribir. También leer cosas que son más que bonitas es un trozo de cielo.

    1. Juanma says:

      Gracias a ti, Esti, por escribirlo. Tienes razón cuando dices que «esa persona» forma parte de muchos trozos de mi cielo. Es más, cuando me llegue la hora sé que podré usarla como «enchufe», no para entrar directamente en el cielo, que eso es algo que tendré que «currarme» yo, pero sí, al menos, para ayudarme a saltar algún que otro peldaño «a la torera».

      Sabes que en Pozoalbero hay muchos trocitos de mi cielo trabajando. Y es algo que me da mucha tranquilidad.

      En serio, gracias por escribirlo.

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