Supongo que ya era hora de inaugurar las entradas en el año nuevo que ya casi está llegando a la edad de ir al jardín de infancia, pero es que diciembre, cuando empezó a morir para dar paso a este 2014, decidió dejarnos, como regalo de su paso por aquí, una personita nueva con la que hemos estado algo desconectado de todo durante bastante tiempo.
Pero ya es hora de retomarlo todo, ¿no?
Como siempre cada entrada de año, me he planteado algunas cosas, pero no voy a hacer una lista. No me gustan las listas, por lo general. Por el contrario, hace tiempo creo recordar que leí que el maestro Borges tenía una caja pequeña de china en la que iba metiendo las cosas que tenía pendientes, sus anhelos, sus planes…, y conforme los iba cumpliendo, los sacaba de aquella caja. Por supuesto, se trataba de que nunca estuviese vacía.
…y en eso estamos. Me he comprado una caja de madera pequeñita en un chino (a falta de encontrar alguna chula que me guste y sustituya a esta) donde iré dejando papeles pequeños con las cosas pendientes que tengo o las que me plantee nuevas. Espero tener siempre algo ahí dentro.