No me preguntéis dónde lo he leído, pero fue leerlo hace un par de días y pensar: «¡qué buen comienzo!»
Así que desde hace eso, un par de días, le doy vueltas en la cabeza a cosas que podrían comenzar así. ¿Un relato, una novela, un poema…? Quién sabe.
Hace cuatro días fue mi cumpleaños, de nuevo. Sí, tengo la manía de cumplir años cada 365 días aproximadamente (supongo que como todos), y volví a percatarme de la cantidad de gente que me tiene en su lista a pesar de, a veces, no merecérmelo. Y no lo digo como una frase hecha de esas que se dicen por cumplir; lo digo totalmente en serio.
Me parece increíble tener a tanta gente que me quiere, que me tiene afecto o, simplemente, que me ha dejado entrar en sus vidas aunque sea de forma temporal y en un rinconcito. Es algo que siempre agradeceré: esa gente que me rodea, y de la que me rodeo, en cada momento, en cada etapa. Y soy consciente de no tener el tiempo necesario para agradecerlo convenientemente, ni aún viviendo tres vidas seguidas (Dios no lo quiera).
…y de repente se me aparece esa frase, como saliendo de debajo de algún sitio y alzándose dentro de mi cabeza, gritándome, obligándome a continuarla.
…y todo comienza así.