De repente, esta mañana, me encuentro revisando las viejas carpetas que guardo en el armario con antiguos, muy antiguos, escritos propios. Poemas, relatos, artículos, cartas no enviadas nunca, algún boceto de guión de cine…
Incluso he leído cosas que puedo decir que son mías porque reconozco mi letra, pero de las que no recuerdo nada en absoluto, y en las que ni siquiera identifico mi forma de escribir ni de expresarme. Es una sensación extraña.
He recuperado este poema que me gustaba cuando lo escribí y que, aún ahora, me sigue gustando al releerlo, cosa poco habitual, por cierto.
RUTINA
Buscar tus ojos
entre mil ojos diferentes
que no son los tuyos.Gastar la vida
por vidas ajenas
que no son la mía.Saborear mieles
que se vuelven agrias
en mis propios labios.Vivir ajeno a mi vida
esperando la tuya,
que se me escapa.
mercedes says:
Y el de los gitanos, el cielo de techo… como era? me encantaba