Siempre he pensado que uno tiene que rodearse de gente a la que admire, quiera, respete…, y de la que aprender, lo que sea, cualquier cosa buena. Todo el mundo puede aportarnos cosas positivas, incluso quien menos aprecio nos merezca.
El poeta Enrique García-Máiquez me dijo una vez que, por supuesto, hay que echar de menos a los que ya no están, pero, sobre todo, hay que agradecer el haber tenido el privilegio de poder compartir el tiempo que nos hayan regalado a su lado.
Por suerte para mí, he tenido siempre el tino de acercarme a buena gente; gente de la que aprender cosas, a la que admirar, querer, respetar… aunque el tiempo haya separado nuestros caminos. Pero doy gracias por los momentos en los que nos ha hecho coincidir.
…y a todo esto, ayer me llega un paquete a casa. Una caja grande, bien cerrada. No esperaba nada tan grande de Amazon, pero ponía mi nombre y mi dirección en una etiqueta. Como uno no tiene, al menos que conozca, enemigos de la mafia, me dispuse a abrir la caja nervioso, extrañado e ilusionado a la vez; sin el menor temor de encontrarme dentro una cabeza de caballo o algo parecido.
Después de sacar el millón y medio de plásticos que cubrían el contenido, pude descubrir qué y quién era la persona culpable de aquella cesta de Navidad inesperada. Allí dentro había productos de Navarra y de La Rioja, así que la única culpable sólo podía ser mi amiga Isa. De ella os he hablado aquí, aquí y aquí…, y seguramente en algún otro sitio, pero bueno…
Todo lo que se ve aquí debajo, venía acompañado de una nota que me permitiréis que me quede para mí, pero donde sobre todo me decía que disfrutase esta Navidad con todas las delicias que me mandaba, cosa que, por cierto, haré.
…y a eso me refería, y me refiero siempre, cuando hablo de rodearse de personas buenas, generosas, divertidas, inteligentes, humildes, trabajadoras, sinceras…, porque por muy zotes que seamos, siempre, siempre, siempre, algo, aunque sea un poquito, se nos pegará de ellas. Y eso que nos llevamos.
Yo, por mi parte, estaré siempre agradecido por la gente, toda, que ha pasado, está pasando y pasará por mi vida. Y, como sé que, Isa, vas a leer esto, que sepas que «eres de lo peor». Ya sabes que te quiero.
Isabel says:
Es un honor tenerte como amigo, ya sabes que soy lo peor, jjjjjj, mi madre dice que aquí tienes tu casa. En La Rioja te queremos y eres de lo mejor que conozco en Sevilla