Premisas

Todos estaban allí, alrededor de la cama. El padrino, a sus 98 años, se moría. Todos le miraban esperando el desenlace, y él lo sabía. Podía verlos, oírlos, sentir su espera, y quiso dejarles un último gesto; algo en lo que poder pensar. Alargó su mano, agarró a Gregorio por la muñeca, tiro de él hacia abajo y le susurró al oído de forma que todos pudiesen oírle claramente: «No le cuentes a nadie nuestro secreto». Dejó entrever una risa socarrona en sus labios, y murió.

Es simplemente éso: una premisa, un comienzo. La idea primera es de mi amigo Félix Vida, pero quiero que crezca, que se desarrolle. Me pareció un buen punto de partida. ¿De qué? Bueno, conforme vaya creciendo lo sabré… Por ahora, ahí está. Espero que no ande por aquí Manu Sánchez o alguien que le tenga como modelo. Por si acaso, aquí quedan el día y la hora en la que lo subo a la red. Si alguien ve algo parecido a ésto a partir de ahora, que sepa que yo lo escribí primero, y que antes, mucho antes, ya Félix Vida lo tenía en su cabeza…

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