2012

A veces sueño cosas…

A veces sueño cosas extrañas que permanecen en mi cerebro sólo unos pocos minutos después de despertarme; luego desaparecen y no soy capaz de volver a recordarlos por mucho que me empeño.

Otras veces los sueños son nítidos, claros, concisos, sobre cosas o personas que conozco; a veces consigo recordarlos, pero mi escasa capacidad retentiva me hace que se pierdan en algún recoveco de mi mente hasta otro momento en el que vuelven a aflorar…

Pero algunas veces sueño cosas que, al despertarme, toman una forma distinta a cuando las soñé. Es como si soñara bocetos de algo a lo que yo mismo tengo que darle cuerpo. Es lo que me ha pasado esta noche: cuando me he despertado sólo tenía un nombre en la cabeza, que se repetía una y otra vez: Silas; y un par de ideas: dar el estirón y gente diminuta que se hace gigante.

A menudo estas ideas suelo olvidarlas conforme transcurre el día, pero esta ha permanecido toda la mañana dándome vueltas en la imaginación, hasta que he llegado a casa y he conseguido darle alguna forma que, más o menos, creo que se acerca a la idea que estos «conceptos» querían transmitirme esta noche mientras dormía. Al final ha surgido esto.

2012

Here comes the sun

Por fin parece que el buen tiempo llega para quedarse. La primavera dará paso al verano y las vacaciones. Las mías llegarán en septiembre, como hace ya cinco años. Si todo sale bien, puede que sean algo más largas de lo habitual, así que espero con ansia que pasen rápido estos meses. Lo sé; los que cogéis vacaciones en verano no querréis que pasen tan rápido, pero bueno, el tiempo es algo relativo en nuestros deseos, así que…

Llevo dándole vueltas a la cabeza hace ya un tiempo a varias cosas que quiero ir haciendo poco a poco. Una de ellas es aprender a usar un poco el programa Pro Tools, porque me apetece sentarme con la guitarra, un cuaderno nuevo, un boli, y escribir canciones para luego grabarlas lo mejor posible. Sé que no va a quedar nada ni siquiera parecido a lo que me imaginaré en mi cabeza, pero bueno…, iré aprendiendo cosas en el camino.

Quiero ir dándole forma a mi relato sobre la Tia Lula, aunque se me va de las manos y no sé cómo puede acabar ni qué camino puede seguir, pero eso es lo bonito de todo esto. Y algo de lo que se me pasa por la cabeza está aquí, en esta especie de diario que he empezado a escribir:

Otra cosa que quiero retomar es mi vena poética. El próximo lanzamiento del primer libro de poemas de mi amigo Roberto Terán tiene la culpa. Es algo que ya he explicado en la entrada anterior a esta… y sí, lo sé: en la anterior entrada también remitía a la que había escrito antes que ésa… Cosas del directo, sup0ngo.

Por otro lado, Los Q-3… No sé mis compañeros de viaje, y amigos, Tappy y Alberto qué piensan del tema, pero, por mi parte, es algo que me hace ilusión que siga ahí… ¿En stand by? Es posible, pero latente. Esperando, tal vez, a volver a resurgir. Ya conocidos (ya los conocíamos, pero los hemos corroborado) los errores, sobre todo míos, de estas últimas ocasiones, siempre se puede avanzar un paso más hacia adelante, y a mí, personalmente, es algo que me sigue apeteciendo, porque, ya lo he dicho alguna que otra vez, me divierto con ello.

Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos soñado con formar parte de un grupo de música. Los Q-3 no sé si podríamos incluírlos dentro de ese concepto, pero nos divertimos juntos. Lo pasamos bien, y nos gusta pensar que los amigos que nos han ido a ver también se divierten. Y no hay presión, no hay eso que yo llamo profesionalitis; ese creernos los amos de la escena, que es lo que hace que surjan roces o peleas o desacuerdos. Simplemente buen rollo y algo de música de fondo.

¿Qué más cosas? ¡Bufffff! Supongo que irán surgiendo. Quiero ver si soy capaz de crear algo parecido a un par de pases cómicos entre monólogos, canciones y alguna cosa más que pueda usar, para la temporada que viene. Me apetece subirme a un escenario siendo el único responsable de que la gente se lo pase bien durante más o menos una hora. A ver qué soy capaz de hacer. Sigo disfrutando cuando oigo a la gente reír mientras estoy sobre un escenario, y, ¿qué queréis que os diga? Me gusta.

Dejaremos que todo fluya por los cauces que elija y nos dejaremos llevar por la corriente, a ver dónde nos lleva. Las musas nunca defraudan cuando pululan cerca.

Por cierto, ya hablaré de lo que viene en septiembre: ¡¡UN DISCO DOBLE DE  MARK KNOPFLER!! (Lo dejo aquí, que me emociono).

2012

Saudade

Saudade. Me gusta la palabra. Es, creo, portuguesa, y sería algo así como añoranza, melancolía, o la gallega, que también me encanta, morriña.

Esta mañana, revisando, borrando y ordenando archivos en mi ordenador, mientras andaba escuchando de fondo a mi amigo Paco Cifuentes, de repente, me ha entrado eso: morriña.

Me ha dado por recordar mis tardes de hace años, cuando solía escribir poemas malos pero sinceros que compartía con algunos amigos que me entendían y me disculpaban por mi poca pericia en esto del quehacer poético.

Por eso le tengo tanto respeto a la poesía. Por eso, a veces, escribo entradas como la que antecede a esta. Por eso y por otras muchas cosas…

Y sí, echo de menos cuando me sentaba delante de un papel en blanco y trataba de plasmar mi alma con palabras torpes sobre él. El tiempo es caprichoso, y a menudo juguetea con tus recuerdos, y los aplasta, y los estira, y te los muestra con su brillo de antaño. Y te das cuenta de que ese brillo se ha desvanecido porque has dejado que el polvo del tiempo se acumule sobre él.

Sí. De repente me ha entrado saudade. Tal vez algo dentro de mí me está pidiendo que vuelva a la poesía, como escribí hace años, a perderme «entre los restos del naufragio incruento de tus manos».

2012

Operación biquini

Esta entrada es una forma de respuesta a esta de mi amigo Tappy en su web.

Recuerdo, por mi parte, cuando conocí a Tappy, allá por el año… 2003. Fue un día de julio, exactamente el día 3, cuando comencé a hablar más con un tipo gordito, más bajo que yo, y que hacía humor.

Por aquella época yo era, lo que muchos llamaban, un tirillas. Un canijo con pinta de enfermo. A muchos les puede resultar extraño esto que voy a decir, pero por aquellos años, lo que más quería en este mundo era engordar. Mi sueño era poder hacer deporte sin correr el riesgo de perder hasta la sombra por quedarme más delgado aún de lo que ya estaba.

Y lo intentaba: comía a todas horas, me hartaba de dulces, de frutos secos, de bebidas azucaradas, hamburguesa cada vez que me lo permitía mi economía, dejé de hacer kilómetros en bicicleta (cosa que me encantaba, por cierto)… pero nada.

Y de repente, un día, sin previo aviso, algo cambió en mi organismo (el pelo ya había empezado a perderlo) y comencé a ganar peso . Los dos años siguientes me emocionaba mirarme al espejo y ver que mis angulosas facciones se redondeaban suavemente (una forma fina de decir que estaba engordando). ¿Cuál fue el problema? El punto de no retorno. En lugar de parar en su momento justo, mi cuerpo parecía no haberse dado por enterado, y seguía acumulando grasas, y más grasas, y más grasas, y más grasas, y más… vale, ya paro.

Hasta hoy. Varias veces he tomado la decisión de adelgazar, no de ponerme a dieta. Me gusta comer. Cuidar un poco lo que como, cuándo lo como y en cuánta cantidad lo como. Y hacer algo de deporte, que es algo que abandoné casi a la misma vez que decidí ponerme a engordar como fuese.

Y en esas estamos. La semana pasada, hablando con Tappy, decidimos empezar la «operación biquini» juntos. Queremos poder acabarla con éxito. Yo, por mi parte, reconozco que aún no he empezado en serio, pero es una meta a conseguir. No puede ser que, al ir a comprar ropa, salga con ganas de matar a Emidio Tucci, a Ralph Laurent o al señor Angelo Litrico.

Ese fue el motivo por el que, en Reyes, este año, pedí un MP3 que pudiese engancharme en la ropa para salir a correr. MP3 que, por cierto, aún no he llenado de canciones. Y supongo que ha llegado el momento. Todo sea por poder volverme a poner algunas camisetas y pantalones que acumulo en mi ropero y que se ríen de mí cada vez que abro sus puertas.

Algunos dirán «y por tu salud». Bueno, eso es secundario. ¿Quién quiere estar sano pudiendo estar esbelto? ¿O no?

2011

Mis #FF de Twitter

Como hay mucha gente a la que quiero devolver el #FF y me apetece explicar porqué, he pensado hacerlo por aquí, así que enlazaré las cuentas de Twitter de los «interfectos» desde esta entrada.

El primer #FF es para @juanitobuzon, porque lo conozco hace muy poco y me trata como si hiciese años que nos vemos, y eso me gusta.

Otro #FF para @ss_sonia porque no la conozco, pero me cae bien.

Un #FF especial a @estoycharlie, porque a pesar de estar lejos se sigue acordando de nosotros, y porque nosotros también nos acordamos de él. Un crack en los escenarios y debajo de ellos, como casi todos los que he tenido la oportunidad de conocer dedicándose a esto de hacer reír a la gente.

Un #FF para las dos personas con las que estuve anoche en Garufa; una noche rara en la que ellos me hicieron sentir, como siempre, genial: @LoKiLLaH y @Victor_Herrero_

¿Más? A mis dos «compadres» desde hace años, porque es un placer tenerlos en la lista de amigos: #FF @tappy_comico y @felixvida, y además, cuando nos ponemos melosos no hay quien nos aguante.

Tengo la necesidad de hacerles también un #FF a @Espe_85 y @Lidia_ob, porque son las «partenaire» de los dos anteriores; porque son las que les dan el toque de sensatez y les mantienen los pies en donde sea que se los mantengan, pero juntos…

Y, para acabar, me gustaría hacerle un #FF a @javibaezsevilla, un músico apunto de sacar su primer disco a la calle. Un primer disco en el que lleva trabajando muchísimos años y que espero que sea el comienzo de una gran carrera; y otro #FF a @PacoCifuentes, que ya tiene dos discos en la calle, al que conozco desde hace muchos años y es capaz de saludarme tan efusivamente que se me olvida la de años que puede hacer que no nos vemos. Además, es un poeta de los de verdad.

Creo que no se me olvida nadie. Sé que podría hacer muchos #FF más, pero hoy me apetecía hacer estos.

2011

Orgullo

Lo sé, el título puede parecer excesivamente rimbombante o exagerado, pero no.

Tappy ayer por la noche, en Garufa, cerró una etapa de su vida sobre los escenarios, para abrir otra nueva. Una que le hace especial ilusión y para la que creo que está suficientemente preparado.

No sé si han sido dos o tres años como coordinador de guiones de Paramount Comedy en Andalucía. Dos o tres años en los que me ha corregido mis textos en bastantes ocasiones, en los que me ha enseñado a escribir mejores gags, en los que ha tratado de convencerme de que podía ser gracioso sobre un escenario, en los que ha apostado por mis textos más incluso que yo mismo…

Puedo decir que fui el primero de Sevilla que subió a Madrid a grabar porque él se empeñó, continuando con el primer empeño, es justo que lo diga, de María Iglesias, la anterior coordinadora, y dándome el último empujón.

Tappy ha estado llevando las riendas de una nave complicada, a veces ingrata, de forma suave, pero con firmeza; dejando siempre las cosas claras, pero sin severidad.

Anoche, para cerrar esta etapa personal, actuó de nuevo en Garufa (quiero creer que no fue la última vez), y me sentí realmente bien viendo al público divertirse, reírse, aplaudir mientras él estaba en el escenario. No sé; muchas veces lo he visto, pero anoche fue distinto. Anoche sentí orgullo, no me preguntéis porqué, pero fue así. Orgullo por cómo Tappy hace reír a la gente, por cómo se maneja en el escenario, por cómo la gente responde cuando él está frente a ellos. Orgullo por un cómico grande que hace muy bien su trabajo.

Pero sobre todo, lo que me llena más de orgullo, por encima de todas las circunstancias, por encima de toda la gente, por encima de cualquier otra cosa, es el saber que Tappy es amigo mío.

2011

Quasi «nulla die»

Lo sé. Dije que trataría de escribir algo todos los días, pero como siempre, tengo que hacer acto de contricción porque no lo he cumplido. A ver si cojo carrerilla de nuevo…

El jueves de la semana pasada, gracias a mi amigo Javi Nemo, hice algo parecido a una especie de colaboración en el programa que conduce en la televisión del Sevilla F. C. Acabo de ver la redifusión y de verme en la tele. Como dice mi hermano, salgo más gordo, aunque, sinceramente, no mucho más…

Si tengo que decir la verdad, me ha dado vergüenza verme en pantalla…, pero creo que no quedó mal del todo para ser la primera vez. Ritmo es lo que falta…, y un poco de saber estar delante de la cámara, pero me ha gustado la experiencia, así que me gustaría agradecerle la oportunidad a Javi, que me ha abierto las puertas de su programa para que haga una tontería con la que nos hemos divertido y con la que tratamos de divertir al público. Espero que me deje seguir haciéndolo.

Esta semana, además, asistí, el lunes, a la presentación del libro de mi amiga María Iglesias, «Lazos de humo», y tengo que decir que me hizo muchísima ilusión ponerme en la cola para que me firmara mi ejemplar, saludarla y verla disfrutar con la presentación, rodeada de amigos, familiares y gente que lee de verdad.

Y el martes… ensayo con Los Q-3, EL GRUPO. Cada vez, hay que reconocerlo, sonamos… «menos peor» y hasta podría quedarnos un concierto bastante digno. Lo principal, y es lo que hacemos Tappy, Alberto y yo cada vez que nos reunimos para ensayar, es divertirse. Y estamos seguros los tres de que la gente se divertirá con nosotros el día del concierto que, por cierto, hemos fijado para el día 17 de diciembre, que es un día intermedio, además, entre mi cumpleaños (el día 12) y el de Tappy (el día 20).

Ahí queda dicho.

En cuanto a otras cosas…, bueno, las voy dejando en el tintero para tener de qué escribir mañana, y pasado, y el otro, y el otro, y… A ver cuánto dura de nuevo…