Hace muchos, muchos años que creé La Hipocondria, esta página personal. Le he dado muchos cambios, ha tenido muchas secciones, muchos contenidos que he ido eliminando, muchas historias….
Esta tarde, repasando mis archivos del pleistoceno sobre alguno de esos cambios en la web me he encontrado esta sección que traté de crear para una de esas versiones: «El diario de un apenao». Por supuesto, no llegó a buen puerto, pero la historia me hacía gracia cuando la escribía, y me apetece compartir los pocos «capítulos» que resultaron del experimento; así que los iré añadiendo, tal vez de uno en uno o de dos en dos, a la sección de RELATOS.
Este era el prólogo a todo: